¿Cómo conocés a tus amigos en general, y en especial historietistas?
Muchos de mis amigos son del secundario, la mayoría. Con Dante nos conocemos desde el colegio secundario, de donde también me han quedado muchos otros amigos que sigo viendo. Y a los historietistas los conozco de los eventos, de las revistas y experiencias que compartimos. En otra época éramos muy amigos con los chicos de La Productora, salíamos juntos todos los sábados a la noche. Conocimos a nuestras actuales mujeres en aquellos años. Pasamos juntos varios años muy divertidos y salvajes. Después fui sumando amigos en los años más recientes como Lucas Varela o Pablo Túnica, los autoproclamados “Dandys de Belgrano”. Y mantengo una estrecha amistad con los dibujantes con los que trabajo, claro, como Gabriel Ippóliti, Pietro o Baldó.
¿Pensaste en tener otra carrera?
Estrella de rock. No pierdo esperanza. Y antes en realidad tenía ganas de hacer publicidad, hasta que la hice y me pareció espantoso. A los veintidós decidí que la historieta era más que un placer.
¿Cómo es la relación entre Laura y vos, trabajando en cosas parecidas?
Tratamos de no trabajar juntos. Poder separarnos un momento en el día y poder volver y poder decir “hola querida” es mejor que estar veinticuatro horas seguidas juntos, porque es complicado. Antes vivíamos en un lugar más chico y trabajar pegados se hacía difícil. Ahora que estamos en esta casa tan grande, ella se pone en una punta, yo en la otra y tratamos de no cruzarnos.
Claro que nuestros trabajos se potencian. Compartimos datos, contactos, experiencias, viajes. Tenemos mucha sinergia con lo que consigue uno y el otro. Después en una época yo le mandaba los guiones para que me los corrija o critique, y ella me daba sus tesis o artículos. Eso lo hacemos cada vez menos. Hay épocas en las que necesitamos más espacio y que ella no se entere qué historieta estoy haciendo y yo ni sé qué está escribiendo ella. A veces es mejor que la relación fluya por cosas cotidianas, de pareja y no por lo profesional.
¿Tenés un plan para los próximos años?
En este país no se puede planear de forma muy concreta, por ahí de acá a un año pierde Cristina las elecciones y hay que tirar todos los planes al tacho; entonces se planifica siempre muy a trazo grueso. Sé que tengo que terminar el viaje, ver qué perspectiva se abre a partir del viaje, porque dependiendo mucho de eso, cambian los planes. Yo siempre después de un par de semanas afuera volvía con un montón de ideas, trabajo, cosas cambiadas y trabajaba un año en algo que se había gestado en un mes. Ahora me voy cuatro. Por ahí no pasa nada, por ahí sí, no tengo idea. Mi plan de por sí es seguir avanzando en Francia y en el mercado europeo en general, hacer el libro con Lucas, ver qué pasa con ese libro, hacer algún contrato más de los proyectos que tengo, y apuntalarme dos o tres años más en Francia. Sumar experiencia. Luego me gustaría hacer un serial en Estados Unidos, esto muy a largo plazo. O también Italia. Son muy a grandes rasgos los planes. En Argentina nunca podés planificar, acá somos muy famosos por improvisar. Para bien o mal, es así.
How did you meet your friends in general, especially in the comics community?
A lot of my friends are from high school, the majority. Dante Ginevra and I have known each other since high school, where I have a lot of other friends that I still see. And the comics people I know from events, from magazines, and experiences we share. In another era, we were very good friends with the guys from the Productora, we went out every Saturday night. We met our spouses in these years. We passed a bunch of wild and fun years together. In recent years, I’ve made new friends like Lucas Varela and Pablo Tunica, the self-proclaimed “Dandies of Belgrano.” And, of course, I maintain a close friendship with the artists I work with, like Gabriel Ippóliti, Pietro and Baldó.
Have you thought about following another career?
Rock star. I’m not hopeful. Realistically, I wanted to do publicity until I did and it seemed terrible to me. At 22 I decided that writing comics was more than just a pleasure.
What is the relationship like between you and Laura [Vazquez, his wife], working on such similar things?
We try not to work together. Being separated for part of the day, returning, and saying “hi honey” is better than staying together for 24 hours in a row, because that’s complicated. We lived in a smaller place before and working next to each other was difficult. Now we’re in a bigger place and she goes to one end and I go to another and we try not to cross paths.
Of course our work is mutually beneficial. We share information, contacts, experiences, trips. We have a lot of synergy with what the other accomplishes. For a while, I gave her scripts so she could correct or criticize them, and she gave me her thesis or articles. We’re doing this less and less. There are times we need more space and she doesn’t know what comic I’m working on and I don’t know what she’s writing. Sometimes it’s better that the relationship deals with daily life, couple life, and not the professional.
Do you have a plan for the next few years?
In this country, you can’t plan in a very concrete way. Maybe in a year Cristina Kirchner will lose the elections and we’ll have to throw away all our plans. So one always plans very generally. I know that I have to finish the trip [to France], see what perspective opens because of the trip, it depends a lot on this, plans change. After a few weeks abroad I always come back with a bunch of ideas, work, changes and I work for a year on something that was developed in a month. Now I’m going for four. Maybe nothing will happen. Maybe it will. I have no idea. My plan is to continue advancing in France and in the European market in general, make the book with Lucas, see what happens with this book, get another contract from the projects I have and shore up another two or three years in France. Add up experience. Later I would like to do a serial in the United States, but this in the long run. Or also Italy. These are very long term plans. In Argentina you can’t plan. We’re very famous for improvising here. For good or bad, that’s how it is.
Transcription by Santiago Slaby. Translation by Claire Denton-Spalding.