¿Cómo formaste una carrera haciendo historietas?
Lo que es hacer historieta empecé en el colegio a los quince años, hacía fanzines con Dante Ginevra. Era un colegio de dibujo, yo estudié dibujo como seis años. Pasamos todos los noventas hasta el 2001 de forma independiente, con gente como Mosquito, Salvador Sanz, Lucas Varela. Todos éramos fanzineros. No es que éramos independientes porque había una contraparte mainstream, sólo había comics independientes. Hasta que en 1999 empecé a trabajar como creativo publicitario en una agencia. Era muy poco glamoroso, trabajaba en una cocina. Después cambiamos de lugar, y seguí hasta el 2004. Y yo en el 2003 había empezado a cobrar plata por hacer historieta erótica y por la Burbuja de Bertold. Y mientras trabajaba como creativo publicitario. Y en el 2003 con Dante dejamos la Productora -lugar que compartimos con Mosquito, Mallea y otros- ante la posibilidad de trabajar para editoriales grandes. De ahí en más en el 2005 dejo la publicidad para dedicarme de lleno a la historieta. Fue terrible. Trabajaba en casa. Yo esperaba que los libros como Bertold se encadenaran fácilmente, y no fue así. No había mucho más trabajo. Hacía mucho porno porque daba plata. Así que a mitad de año decidí que tenía que hacer los talleres porque no había manera de vivir de la historieta. Y de poco la cosa fue mejorando, y en el 2006 me puse el estudio, primero con Dante, después con Fernando. Ahí empecé a considerarme un profesional de la historieta. Sabía que era un riesgo dejar la publicidad, pero pensé que iba a ser más fácil después de Bertold. Y costó bastante, pero en eso siempre me ayudó mucho Laura. Ella me ayuda a tomar la decisión y me dice “arriesgate, que si de última sale todo mal, de hambre no te vas a morir”. El primer año nomás fue el más difícil. Después mejoró la situación. Claro que no te podés relajar del todo, nunca sabés si el año que viene vas a tener algo para hacer o no.
How did you create a career making comics?
I began making fanzines in high school with Dante Ginevra when I was fifteen. It was an arts high school and I studied drawing for six years. We passed the 90’s until 2001 independently, with people like [Angel] Mosquito, Salvador Sanz, Lucas Varela. We were all fanziners. It’s not that we were independent because there was an opposing mainstream. There were only independent comics. In 1999 I began to work as an advertising creative in an advertising agency. It was not very glamorous, I worked in a kitchen. Later we moved and I stayed there until 2004. In 2003 I began getting paid to write erotic comics and for Burbuja de Bertold (Bertold’s Bubble). And during that time I worked as an advertising creative. In 2003 I left the Productora with Dante—a group we shared with Mosquito, Mallea and others—for the possibility of working for large publishing companies. From there, in 2005 I left publicity to dedicate myself completely to comics. It was terrible. I worked at home. I had hoped that books like Bertold would line up easily, and it didn’t happen like that. There wasn’t much work. I did a lot of porno because it paid. So in the middle of the year, I decided that I needed to do the classes because there wasn’t a way to live from comics. And bit-by-bit things got better and in 2006 I got the studio, first with Dante and then with Fernando. From there I began to think of myself as a professional. I knew it was a risk to leave publicity, but I thought it would be easier after Bertold. And it was tough, but my [wife] Laura always helped me. She helped me make the decision and told me, “Take a risk. If everything turns out badly you won’t die of hunger.” The first year was the most difficult. The situation got better after that. Of course you can’t relax completely. You never know if you are going to have something to do the next year or not.
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